Herrero Bahillo, Fermín

Fermín Herrero Bahillo (1871-1921), doctor en Filosofía y Letras, fue catedrático de Psicología, Lógica y Etica en los institutos de segunda enseñanza de Lérida y Avila.

Según su principal estudioso, Francisco Javier Arias Santos, en su evolución ideológica se distinguen tres etapas diferenciadas en su pensamiento. La primera transcurre durante sus años de formación y se caracteriza por una defensa a ultranza del catolicismo. A ese período pertenece la serie de 13 artículos “Las afirmaciones del protestantismo y su valor positivo” publicados en el diario confesional La información. Diario de Salamanca  en 1893. La segunda se corresponde con su viraje ideológico tras su traslado a Madrid a finales del siglo XIX donde se relacionó con Luis Simarro y otros krausistas. Ese cambio ideológico se expresó en tres artículos que publicó en El Diario de Avila en 1902 en los que manifestó su descontento con la situación socioeconómica española. La tercera etapa abarcaría de 1907 a 1921 cuando desde sus cátedras en los institutos de Lérida y Avila contribuyó a introducir la psicología wundtiana en España.

Tras obtener su cátedra en el instituto de Lérida creó en ese centro de enseñanza un laboratorio de Psicología experimental y elaboró el libro Nociones de psicología moderna que publicó en esa ciudad catalana en 1911, agotándose esa edición en un año y recibiendo un informe muy favorable de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas[1].

El 31 de enero de 1913, desde el Instituto General y Técnico de Lérida, solicitó a la Junta de ampliación de estudios e investigaciones científicas (JAE) una pensión de un año para hacer investigaciones de “Psicología social en lo concerniente a los Mitos y a las Religiones en Alemania, en las Universidades de Leipzig y Halle”, al lado de Wilhelm Wundt y de Felix Krueger, cuyos trabajos conocía en su lengua original, pues estaba familiarizado con el alemán desde hacía quince años. En su solicitud se enorgullecía de poder traducir diversas lenguas como las lenguas clásicas, el inglés y el francés, que también hablaba. Además tenía conocimientos de hebrero y sánscrito. Entre sus méritos para emprender sus investigaciones sobre la Psicología del Lenguaje, que le permitiría hacer la interpretación de la lengua, de los Mitos y de las Religiones y obtener “un conocimiento exacto e imparcial de los hechos mitológicos y religiosos” adujo que conocía la bibliografía más relevante concerniente a la Historia de las Religiones, y estaba al tanto de la producción de publicaciones como Archiv für Religionwissenschaft y la Revue de l’histoire des Religions.

Obtuvo la pensión según real orden de 30 de junio de 1913 y trabajó durante los dos semestres de 1913-1914 en Halle con los profesores Félix Krueger, Büchler y Rudolf Stammler, sobre cuestiones como: introducción al estudio de la Filosofía desde el punto de vista genético-social, factores mitológico religiosos en la génesis y organización primitiva del trabajo humano, introducción al estudio de la Filosofía de la Religión y factores irracionales en la evolución de las teorías del Derecho.

A finales de julio de 1914 solicitó a los responsables de la JAE, a su presidente Santiago Ramón y Cajal, y a su secretario José Castillejo, una prórroga para permanecer otro año en Alemania con el objetivo de seguir visitando museos etnográficos y bibliotecas que le permitiesen culminar la obra que estaba preparando sobre “Orígenes y desenvolvimiento de la Religión”. En su carta a Castillejo, al que no conocía personalmente, le manifestaba en estos términos las razones de su petición: “Otras investigaciones que  traigo entre manos pueden hacerse con relativa facilidad ahí. Pero la realización de un estudio científico, psicológico de la religión en nuestra patria con la mira de abarrenar la anticuada Dogmática que tantos prejuicios nos ocasiona e irla barriendo en lo posible de nuestras Escuelas y hasta de nuestros Seminarios es empresa formidable y aunque no de uno solo, debe el que la inicie y la siga como yo con ahínco ir pertrechado de todas las armas culturales recogiendo en Museos etnográficos y Bibliotecas cuantos materiales estén a su alcance para levantar en nuestra Patria el edificio de la ciencia de la Religión, siendo vergonzoso en esta parte nuestro atraso y con él nuestra intolerancia y tradicional estancamiento como se vio y se lamentó en la famosa cuestión del Catecismo”.

La prórroga le fue concedida. Fermín Herrero continuó sus estudios en Halle bajo la supervisión de Felix Krueger, quien al respaldar las solicitud de prórroga de Herrero consideró que este “ha trabajado con una tenacidad extraordinaria y con una profundidad nada común”. Al continuar su pensión Herrero Bahillo se interesó en el conocimiento de la situación de los estudios de la Psicología en Alemania, fundamentalmente en lo referente a los métodos de investigación y a la Psicología de las religiones. Pero no pudo la prórroga de ocho meses que le concedió la JAE pues desencadenada la Primera Guerra Mundial recibió la orden de regresar a España junto a los otros pensionados que se encontraban en los países beligerantes.

Como resultado de su pensión envió a la Junta dos trabajos: “Psicología genética de la Religión. Las raíces de la Psicología religiosa contemporánea”, ubicado actualmente en el fondo Samuel Gili Gaya de la Universidad de Lérida, y que era la introducción de una obra que tenía en preparación sobre “Orígenes y desenvolvimiento de la Religión”; y “Raíces de la Psicología religiosa contemporánea”, en el que adoptó el punto de vista genético social y discutió los métodos científicos en el problema de los orígenes y desenvolvimiento de la Religión como parte integrante de la cultura.

Poco después de su regreso de Alemania se trasladó al Instituto de Avila. En esta ciudad editó en 1917 la segunda edición de su obra más importante Nociones de psicología moderna y participó en la vida política local, siendo elegido concejal de su ayuntamiento. También en 1917 tradujo en la prestigiosa “Biblioteca Científico-Filosófica” de la editorial Daniel Jorro, el libro de Wilhelm Wundt, Etica: una investigación de los hechos y leyes de la vida moral, Madrid, que se publicó en tres volúmenes.

Un ejemplo de su compromiso con la renovación de las estructuras sociopolíticas españolas de su tiempo es su colaboración en el diario El Sol donde abogó el 14 de abril de 1919 por una reforma de la segunda enseñanza en el sistema educativo español, democratizándola.

 

Fuentes documentales

Archivo de la JAE en la Residencia de Estudiantes. Expediente JAE 77-87, 11 pp.

Memorias de la JAE. Años 1912-1913 (Madrid 1914), pp. 89-90; Años 1914-1915 (Madrid 1916), pp.67-68.

Archivo General de la Administración. Sección Educación. Legajo 5411

Obra

1893. “Las afirmaciones del protestantismo y su valor positivo”. La Información de Salamanca, noviembre-diciembre.

1902 a. “Las dos banderas”, El Diario de Avila, 14 de noviembre.

1902 b. “En torno al socialismo”. El Diario de Avila, 20 de noviembre.

1902 c. “El dique”. El Diario de Avila, 28 noviembre.

1906. “Introducción al estudio de la psicología de la raza latina”. Manuscrito. Archivo General de la Administración. Educación. Legajo 5411. Editado en 1999.

1911. Nociones de psicología moderna, Lérida, Artes Gráficas Sol y Benet, 245 p. Accesible en Biblioteca Digital Hispánica. Ver aquí. Segunda edición en 1917 Ávila, Suc. de A. Jiménez, 234 p.

1913-1914. “Psicología genética de la religión I: Las raíces de la psicología religiosa contemporánea”. Manuscrito. Memoria redactada como pensionado de la JAE. (localizado por Francisco Javier Arias Santos en el Fondo Samuel Gili Gaya de la Universidad de Lérida/Lleida).

1917. Traduce de Wilhelm Wundt, Etica: una investigación de los hechos y leyes de la vida moral, Madrid, Daniel Jorro editor, 3 vols. (Biblioteca Científico-Filosófica).

1918. “El ideal y la educación”, El Diario de Avila, 22 de mayo.

1919. “Reforma de nuestra segunda enseñanza”, El Sol, 14 de abril, página 12.

1999. Introducción al estudio de la psicología de la raza latina, edición de Francisco .Javier Arias Santos, Avila, J.Arias, 125 p. (incluye reproducción fotográfica del manuscrito original).

Bibliografía secundaria

Francisco Javier Arias Santos, “El pensamiento psicológico de Herrero Bahillo”, en Fermín Herrero Bahillo, Introducción al estudio de la psicología de la raza latina, Avila, J. Arias.

Francisco Javier Arias Santos, “Herrero Bahillo y su psicología de la raza latina”, Revista de Historia de la Psicología, 1999, nº 3-4, pp. 291-296. Accesible on line.

Francisco  Javier Arias Santos, “La obra psicológica de Fermín Herrero Bahillo (1871-1921)”, Iberpsicología. Revista Electrónica de la Federación española de Asociaciones de Psicología, 2000, vol. 5, nº 1.

Francisco Javier Arias Santos, “Fermín Herrero Bahillo y su investigación sobre la psicología de la religión”, Revista de Historia de la Psicología, 2000, vol. 21, nº 2-3, pp. 65-72. Accesible on line.

 

Leoncio López-Ocón Cabrera




[1] Dice ese informe lo siguiente: “Con una buena introducción expone con toda claridad el objeto, el fin, los métodos y el plan de la Psicología, distribuyendo la materia de ésta siguiendo a Wundt en cuatro secciones. Trata la primera de los elementos síquicos que comprenden los elementos representativos y los efectivos; en la segunda de los complejos psíquicos, clasificados como los anteriores en representativos y efectivos; en la tercera, se ocupa de las conexiones síquicas, así de las pasivas como de las activas y en la cuarta estudia los desenvolvimientos psíquicos, así los individuales como los sociales. Finalmente en la conclusión estudia los principios y leyes generales de la causalidad psíquica. No es grande la extensión de este libro titulado por el autor con modestia digna de alabanza "Nociones de Psicología Moderna" pero bien puede decirse que el libro se ha escrito teniendo a la vista lo más importante de cuanto se ha publicado recientemente en esa materia en Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos. Y es de alabar también que teniendo a la mano todo ese material el autor se haya limitado a escribir un libro de no muchas páginas contentándose en indicar en numerosas notas las fuentes a que puede acudir el que desee ampliar el conocimiento que sugiere el libro. Ahora bien si se tiene en cuenta la revolución que se ha hecho en ese campo en estos últimos años y el mérito que implica el recoger todo lo expuesto por los psicólogos hasta el mismo año en que el libro se publicaba, la manera afortunada con que se expone la doctrina y el lenguaje castizo empleado por el autor, no vacila esta Academia que la obra merece bien la declaración de mérito en la carrera del Sr. Herrero Bahillo con arreglo al art. 29 del Real Decreto de 12 abril 1901”.