Trepat y Massó, Adela María

Adela María Trepat y Massó (Barcelona 1905-Barcelona 1964)

Nació en Barcelona el 2 de mayo de 1905. Su padre fue el periodista de La Vanguardia Pedro Trepat, y su madre María Massó. Estudió el bachillerato en el Instituto de Barcelona. El 7 de febrero de 1925 la Universidad Central le concedió premio extraordinario al obtener su título de licenciada en Filosofía y Letras, sección de Letras. En la misma Universidad obtuvo sobresaliente en la defensa de su tesis doctoral sobre el poeta y filósofo romano Lucrecio el 24 de noviembre de 1926.[1] Su título de doctora en Filosofía y Letras le fue expedido el 1 de diciembre de ese año. Por ese tiempo se vinculó a la Fundación Bernat Metge, institución fundada en 1922 bajo el patrocinio del empresario, banquero y político Francesc Cambó con el objetivo de verter al catalán en cuidadas ediciones la literatura clásica griega y latina. En ella trabajó como bibliotecaria y perfeccionó sus conocimientos de la lengua y literatura latinas bajo la dirección de Joan Estelrich (1896-1958). Pero también entre 1925 y 1928 dio clases en el Instituto de Barcelona como ayudante interina de Lengua francesa en el Instituto de Barcelona, y en los cursos 1926-27 y 1927-28 fue nombrada ayudante de clases prácticas en la cátedra de Lengua y Literatura latinas de la universidad de Barcelona.

Tras ganar la correspondiente oposición de turno libre una Real Orden de 22 de junio de 1928 la nombró catedrática numeraria de Lengua Francesa del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Reus. En esa oposición Adela Trepat y otras cuatro mujeres –Rosario Fuentes, Concepción Francés, Josefina Ribelles y Dolores Palacio- ocuparon algunos de los primeros puestos, acontecimiento del que se hicieron eco diversos medios de comunicación. [2]

El 18 de febrero de 1929 tuvo un ascenso en el cuerpo de catedráticos ocupando el número 538 de la categoría undécima del escalafón.

Por esa época simultaneaba su labor docente como catedrática de francés con sus investigaciones como latinista. En colaboración con Ana Mª de Saavedra, preparó la edición en catalán de las Heroidas (o cartas de las heroínas) y de las Metamorfosis de Ovidio en dos volúmenes. Ambos libros, apreciados por la crítica de la época, fueron publicados por la Fundación Bernat Metge en 1927 y entre 1929 y 1932, respectivamente, en la colección latina que dirigía Joan Esterlich.

La publicación de esas obras fue aumentando su prestigio como latinista. El 3 de mayo de 1929 la comisaría regia para la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona acordó concederle una pensión de tres meses para realizar estudios de Epigrafía latina en Berlín durante el verano de ese año. Allí se vinculó al equipo que se hacía cargo de la parte española del Corpus Inscriptionum Latinarum dirigido por Lotario Wickert en la Academia de Ciencias de Prusia.

Gracias a esa experiencia se animó el 7 de febrero de 1930, estando adscrita como catedrática de Francés al Instituto Infanta María Cristina de Barcelona, a solicitar una pensión a la JAE para desplazarse a Alemania y estudiar entre noviembre de 1930 y mayo de 1931 las inscripciones latinas del Museo Arqueológico de Frankfurt del Main.

Tras respaldar esa petición el mismo Cambó, que le escribió a Castillejo diciéndole que «esta muchacha será uno de los valores más sólidos de la intelectualidad española»,[3] una Real Orden de 8 de agosto de 1930 le concedió la pensión solicitada por ocho meses. Pero tuvo que posponer su disfrute porque una Real Orden de 21 de julio de 1930 la nombró catedrática de Lengua Francesa del Instituto Nacional Femenino Infanta Cristina de Barcelona y García Morente le pidió que permaneciese en su puesto en ese instituto al ser la única profesora que tenía cátedra en propiedad.

Disfrutaría de su primera pensión de la JAE a partir del 15 de junio de 1931 cuando era profesora del Instituto Maragall de Barcelona. Residió entonces varios meses en Berlín para proseguir sus estudios en Epigrafía latina colaborando con Lotario Wickert en las investigaciones de las inscripciones de la provincia Tarraconense y en la preparación del segundo volumen del Corpus Inscriptionum Latinarum que había iniciado el epigrafista Emil Hübner (1834-1901).[4] El 2 de noviembre de 1931 impartió una conferencia en el Institut für Altertumskunde de la Universidad de Berlín titulada «Neueste Ergebnisse der Altertumsforschung im Nordosten Spaniens» (Resultados recientes de la investigación sobre la historia antigua del nordeste de España). Los progresos de sus trabajos se pueden seguir en los informes mensuales que fue remitiendo a Gonzalo Jiménez de la Espada, estrecho colaborador de José Castillejo en la secretaría de la JAE, y en las monografías que envió a Madrid con avances de sus investigaciones.[5]  A finales de 1931 tuvo que interrumpir su pensión en Alemania para tomar posesión de la cátedra que le habían asignado en el nuevo Instituto-Escuela creado en Barcelona. Poco después regresó a Alemania. Y en el año 1933 gozó de otra pensión de la JAE por cuatro meses para continuar con sus trabajos de latinista en Berlín.

A lo largo de sus estancias en Alemania como pensionada de la JAE avanzó en sus estudios latinistas. La Memoria de la JAE correspondiente al bienio 1933-1934 resumió de esta manera su labor: [Siguió] Las lecciones de los profesores Ernesto Stein, Ulrico Wilken y Eduardo Norden sobre “Historia Antigua”, “Historia del Imperio romano”, “Comentarios de autores clásicos (Tácito”), respectivamente, contribuyeron a fijar la orientación en la base de cultura clásica indispensable para situarse en los diversos problemas que plantean las inscripciones latinas. Trabajos de Seminario sobre tratamiento de algunos textos lapidarios fundamentales para el estudio del Derecho romano y diversos sistemas de deducción y aplicación para el establecimiento definitivo de textos de carácter jurídico (Lex de Imperio Vespasiani). A base de un texto poético, desarrollo de una conferencia -2 de noviembre de 1931- en el Institut für Altertumskunde de la Universidad, sobre “Neuste Ergebnisse der Altertumsforschung im Nordösten Spaniens”. Y aparte de estos trabajos, el trabajo cotidiano en las oficinas del Corpus Inscriptionum Latinarum de la Academia de Ciencias de Prusia, sobre las inscripciones de la Tarraconense, bajo la dirección del Dr. Lotario Wickert, Privatdotzent de la Universidad de Berlín, y a quien está encargada la reedición del “Corpus Inscriptionum Latinarum”, vol. II, de Hübner.

Como consecuencia de sus investigaciones en Alemania presentó a la JAE los trabajos “Das Grabgedicht des Julios Statutus aus Tarragona” y “Las nuevas inscripciones de Lérida”, que efectuó en 1932.

Tras la guerra civil la comisión depuradora la confirmó en su cargo en el Instituto Maragall de Barcelona. En él además de tener la cátedra de Francés, asumió también la docencia interina de alemán con una retribución adicional de cinco mil pesetas anuales. A partir de 1956 empezó a desempeñar la vicedirección del Instituto Maragall, y el 6 de junio de 1960 fue nombrada su directora, con una gratificación adicional de 6000 pesetas anuales, cargo que ejerció hasta el 25 de junio de 1963. Falleció en Barcelona el 21 de agosto de 1964.  

Además de los trabajos que se han mencionado, fue una de las colaboradoras de la Historia Universal. Novísimo estudio de la Humanidad que editó a partir de 1931 el Instituto Gallach de Librería y Ediciones.

Políglota, Adela Trepat llegó a conocer y dominar lenguas clásicas, como el latín y el griego, y varias lenguas modernas como el francés, el alemán y el italiano. Y tenía nociones de árabe y hebreo, obtenidas en sus estudios universitarios. Durante su dilatada experiencia docente contribuyó a la renovación de la enseñanza de idiomas en la educación secundaria, al organizar, por ejemplo, cursos voluntarios y “Deutsche Tees” en el Insituto Maragall.

 

Fuentes.- Archivo de la JAE en la Residencia de Estudiantes.- Expediente JAE/144-185

Memoria de la JAE, años 1931-1932, p. 93-94; Memoria de la JAE, años 1933-1934, p. 151-152

Principales obras.- Heroides de Ovidio (traducción al catalán junto con Ana María de Saavedra), Barcelona, Fundació Bernat Metge, 1927; Metamorfosis de Ovidio volúmenes 1, 2 y 3 (traducción al catalán junto con Ana María de Saavedra), Bercelona, Fundació Bernat Metge, 1929, 1930 y 1932.

Referencias Bibliográficas Esperança Borrell Vidal, “Adela María Trepat i Massó (1905-1964)”, en La nissaga catalana del mon clàssic, Barcelona, Auriga, 2011, p. 331-333.; Joaquim Vayreda, “Una doctora catalana, catedrática d’institut”, Imatges, 11 (20 de agosto de 1930), p. 17.

Natividad Araque

Rebeca Herrero

 




[1] En su expediente 144-185 del archivo de la JAE de la Residencia de Estudiantes se encuentra lo que parece ser parte de una copia de su estudio sobre Lucrecio, fechado en Madrid el 23 de noviembre de 1926.

[2] Ver al respecto, por ejemplo, el reportaje del diario ABC de 13 de junio de 1928, pp.4-5.

[3] Carta de Francesc Cambó a José Castillejo, París, Hotel Crillon, 14 julio 1930. Expediente 144-185 de Adela María Trepat en Archivo de la JAE.

[4] Ibid.

[5] En su expediente de la JAE se conservan dos de esos trabajos. Uno, fechado en Berlín el 19 de febrero de 1932, es una monografía en alemán de 11 páginas: «Das Grabgedicht das Julius Statutus aus Tarragona». El otro, de la misma fecha, es otra monografía de 11 páginas titulada «Las nuevas inscripciones de Lérida. Resumen de su estudio».

 

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