ANDRÉS LEÓN MAROTO (Ávila 1893- Madrid 1976)
Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Madrid y catedrático de Física y Química de, entre otros centros, el Instituto-Escuela, destacó tanto por su participación en la vida científica española como por su tarea innovadora en el contexto de la segunda enseñanza, actividades ambas que simultaneó prácticamente durante toda su vida profesional.
Hay constancia de su relación con la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas desde el curso 1913-14, cuando asistió en el Laboratorio de Investigaciones Físicas al curso de electroanálisis impartido por Julio Guzmán Carrancio. Desde entonces participaría en diversas actividades y trabajos: en 1914-15 siguió el curso de análisis cuantitativo y participó con Miguel Catalán en trabajos de electroquímica y electroanálisis dirigidos por Julio Guzmán; y en 1915-1916 disfrutó de una pensión para hacer un curso de análisis orgánico cuantitativo con José Casares.
En 1917 aprobó la oposición de Física y Química y fue nombrado catedrático numerario del Instituto de las Palmas, motivo por el cual interrumpió un tiempo sus trabajos en el Laboratorio, con la excepción del verano de 1918, en que trabajó con Enrique Moles en un curso de Físico-Química. En 1919 consiguió su traslado al Instituto de Segovia, ciudad donde participó en la fundación de la Universidad Popular Segoviana (hoy Real Academia de Historia y Arte de San Quirce) y formó parte de la Delegación de la Liga Española de los Derechos del Hombre. No obstante, un incidente haría que su permanencia en este instituto no superase los dos años. En octubre de 1921 José Rodriguez Carracido le propuso ante la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid como candidato para disfrutar en 1922 de la beca de la Fundación Ramsay de Londres. Con este fin, Andrés León solicitó a la Junta que gestionase su consideración de pensionado para poder trabajar con William Jackson Pope en dicha Fundación y para estudiar la enseñanza secundaria de la Física y la Química en ese país. Esto implicaba el permiso de su centro para ausentarse de su destino el tiempo que durase la pensión, pero esto no fue posible porque el director del Instituto de Segovia en el que ejercía de catedrático de Física y Química informó desfavorablemente, alegando que en el centro faltaban el catedrático de Matemáticas y el auxiliar de la Sección de Ciencias. Andrés León manifestaría en una carta dirigida a Castillejo en junio de 1922 que, dado que esos puestos iban a ser cubiertos en breve, la negativa del permiso obedecía “a una venganza indigna de compañeros. ¿Será posible que en este país no triunfen mas que los inmorales?”.
Pronto abandonaría el Instituto de Segovia, no solo por haber conseguido el traslado al Instituto de Ávila, sino porque el curso 1922-23 se incorporaría al Instituto-Escuela: en 1922, José Estalella tuvo que dejar su puesto en este centro y propuso que fuese Andrés León quien le sustituyese. Así pues (Real orden de 8-VIII-1922), se le nombró encargado, junto con Miguel Catalán, de la Sección de Física y Química. En esta institución, en cuya vida se implicó activamente, realizaría interesantes contribuciones a la renovación de la enseñanza de esta disciplina a través novedosas propuestas pedagógicas complementadas con excursiones que combinaban “el objeto científico […] con el artístico e histórico”, como las realizadas a centros tecnológicos como el aeródromo de Cuatro Vientos, fábricas de cueros y gomas, papel, vidrio, cemento o cerámica. Entre sus propuestas destaca el ensayo iniciado con alumnos del 2.º año de bachillerato los cursos 1926-27 y 1927-28, en el cual la enseñanza se desarrolló casi exclusivamente a través de la realización por parte de los alumnos de trabajos de laboratorio con material sencillo, trabajos que servían para, a través del razonamiento y la discusión, deducir las leyes físicas; fruto de estos ensayos publicó con Miguel Catalán diversos trabajos sobre la enseñanza de esta disciplina.
Durante estos años del Instituto-Escuela simultaneó la docencia con alguna pensión y con trabajos de investigación en el Laboratorio de análisis químico dependiente de la JAE, en cuyas memorias (hasta la última de ellas, publicada en 1934) figuran frecuentes referencias a sus investigaciones sobre hidrogenaciones del bifenilo, hidrogenaciones catalíticas o sobre el análisis de los espectros de adsorción en el ultravioleta como medio para el estudio de compuestos orgánicos. En 1929 solicitaría de nuevo, esta vez con más fortuna, la consideración de pensionado para disfrutar durante un año de la beca de la Fundación Ramsay otorgada por la Real Academia. Le fue concedida por Real orden de 27-7-29. Durante su disfrute, en 1930, sería nombrado catedrático en propiedad del Instituto-Escuela, puesto del que tomaría posesión en el Consulado General de Londres. En febrero de 1931 vuelve a solicitar una pensión, esta vez trimestral (julio, agosto y septiembre), para trabajar en la síntesis química de pigmentos (malvina) en el Dysin Perrin Laboratory de Oxford con el profesor R. Robinson, futuro premio Nobel; En esta ocasión, se tardó tanto en notificársele la concesión de la pensión, que cuando recibió la carta con la noticia (con fecha de 1 de julio, aunque se aceptó en sesión de 5 de junio) él ya se hallaba disfrutando una prórroga de la anterior, concedida por la Academia de Ciencias, por lo que solicitó que le reservasen la de la Junta para el verano siguiente.
Poco antes de los inicios de la guerra civil, fue nombrado por José Castillejo director de la Fundación del Amo, una nueva Residencia de Estudiantes en la recién creada Ciudad Universitaria de Madrid, pero esta solo funcionaría durante unos meses.
En 1940, y tras verse interrumpidas todas las actividades por la contienda, formó parte del grupo de antiguos profesores del Instituto-Escuela que, bajo la dirección de Jimena Menéndez Pidal (mujer de Miguel Catalán, quien también formó parte de ese grupo), Ángeles Gasset y Carmen García del Diestro, fundó el Colegio “Estudio”, con el que se buscaba dar continuidad a los ideales y principios pedagógicos del Instituto-Escuela. Al año siguiente sufrió expediente de depuración, siendo sancionado con traslado fuera de la provincia (al Instituto de Cabra, Córdoba) e inhabilitación para cargos directivos y de confianza.
Tras su inhabilitación estuvo trabajando, al igual que Miguel Catalán, en Zeltia S.A. y en el Matadero de Mérida. La primera empresa, fundada en 1939 por los hermanos Antonio y José Fernández López, estaba orientada a la obtención de especialidades farmacéuticas aprovechando productos nacionales y daría acogida a numerosos científicos represaliados. Allí estaría varios años, realizando investigaciones sobre las sulfamidas para preparados químicos cicatrizantes en pomadas, en colaboración con Faustino Cordón. En Mérida, además de trabajar en el Matadero, también dependiente de la familia Fernández López, tendría lugar el último destino docente de que tenemos constancia, el instituto Nacional de Enseñanza Media de Mérida. Esta ciudad le recordaría un tiempo dando su nombre a una calle (hoy calle Blas de Otero).
La última referencia que hemos podido encontrar a este comprometido profesor es su pertenencia desde 1968 a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales como correspondiente nacional, puesto en el que permaneció hasta su fallecimiento.
OBRAS PRINCIPALES
Publicó numerosos libros de texto y artículos de investigación y didáctica en destacadas revistas como Anales de la Sociedad española de Física y Química, Journal of the Chemical Society, C.I. de Química Industrial, Ion, Farmacia Nueva, Revista del Instituto de Biología Animal, Revista de Pedagogía, Enseñanza Media, Journal of the Chemical Society, o la Revista de la Real Academia de Ciencias (Revista de la RACEFN). Algunas de sus obras las publicó con investigadores como Miguel Catalán, A. Charro, H. Erdtman, J. Ranedo, A. Robertson, R. Robinson, D. Sanromá. También realizó alguna traducción. Entre estos trabajos destacamos:
- Nociones de física y química, Madrid, 1960
- Química. 5º curso del bachillerato, Madrid, 1960
- Programa de Física y Química para el cuarto curso de bachillerato: Plan 1957, Madrid, 1960
- Física. 6. º curso de bachillerato, Madrid, 1961.
- Química orgánica: curso preuniversitario, Madrid, 1967.
- “Hidrogenaciones en el núcleo del bifenilo”, Revista de la RACEFN, tomo XXII, 1926, p.593.
- “Estado actual de la química de las materias colorantes de las flores rojas y azules”, Revista de la RACEFN , tomo XXV,1931, p.184.
- “Ultimos progresos en la síntesis de antocianinas”, Revista de la RACEFN, tomo XXIX, 1933, p. 290.
- “La enseñanza de la Física y de la Química en el Bachillerato”, en Enseñanza media. Madrid, 1961, n. 89-91, pp. 1462-1488.
- “Modificación de la teoría de Lewis-Langmuir sobre la regla del octete propuesta por S. W. Linnett”, en Enseñanza media. Madrid, 1963, n. 117-120, pp. 57-64.
- “Química orgánica: lección 1”, (más lecciones en números posteriores) en Enseñanza media. Madrid, 1966, n. 164, pp. 795-833.
- “La Nuffield Foundation: un interesantísimo plan para la formación de jóvenes científicos en Inglaterra”, Enseñanza media. Madrid, 1967, n. 176, pp. 495-502.
- Química y análisis del aceite de oliva, por E. Lewkowitsh (traducción de Andrés León), Asociación de Olivareros de España, 1933.
Con Miguel Catalán publicó las siguientes obras:
- Física y Química: Quinto curso, Madrid, 1900.
- “La órbita Fundamental de los átomos,” en Anales de la Sociedad Española de Física y Química, 21 (1923), 162-165.
- “Enseñanza de la Física y la Química”, en JAE, Un ensayo pedagógico. El Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza de Madrid (Organización, métodos, resultados). Madrid, 1925, pp. 288-342.
- Exposición de la enseñanza cíclica de la Física y Química, (primero, segundo y tercer curso), J.A.E., Instituto-Escuela, Madrid, 1931, 1934 y 1935, respectivamente.
Con otros autores
- Con R. Robinson, “Síntesis de sales de pirilio de tipo antocianídico. Una nueva síntesis del cloruro de fisetinidina y del cloruro de luteolinidina”, Anales de la Sociedad Española de Física y Química, (ASEFQ), tomo XXIX, 1931, p. 415.
- con A. Robertson y otros “Síntesis de antocianinas. Los cuatro isómeros glucóxidos del cloruro de pelargomidina”, ASEFQ, tomo XXX, 1932, p. 26715.
FUENTES
- ABC (esquela), Madrid - 24/10/1976, p. 98
- AGA, Educación, expediente personal de Andrés León Maroto, 32/16763 y CIDE: 83.715-3861
- Boletín Oficial del Estado de 19-1-1041, p. 428 (traslado a Cabra).
- España 17/6/1922, n.º 325, p. 14 (Delegación Liga Española Derechos Humanos).
- Expediente JAE 85-133.
- Gaceta de Instrucción pública y Bellas Artes. 20/6/1917, p. 390.
- Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, Memoria correspondiente a los años 1914 y 1915; 1916 y 1917; 1920 y 1921; Madrid, 1916; 1918; 1922.
- ____ Memoria correspondiente a los cursos 1922-3 y 1923-4; 1924-5 y 1925-6; 1926-7 y 1927-8; 1928-9 y 1929-30; 1931 y 1932; 1933 y 1934, Madrid 1925; 1927; 1929; 1930; 1933; 1935.
- López Martínez, J. D., La enseñanza de la Física y Química en la educación secundaria en el primer tercio del siglo XX en España, Tesis doctoral, 1999, Universidad de Murcia.
- Otero Carvajal, Luis Enrique “La depuración de la Universidad de Madrid” en Luis Enrique Otero Carvajal (dir.) La destrucción de la ciencia en España: depuración universitaria en el franquismo, Madrid, Editorial Complutense 2006, pp. 73-148, p. 129.
- Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Catálogo Sistemático de la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Madrid, 1957, tomo LI, cuaderno 4, artículo 17, pp. 439-559, pp. 532-533 (bibliografía).
- Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/2/1919, p. 6.
- Vélez, Antonio, Hoy.es, 17-06-2007.
http://www.hoy.es/prensa/20070617/articulos_opinion/final-hicieron_20070617.html
Leonor González de la Lastra