Gómez de Llarena y Pou, Joaquín

Gómez de Llarena y Pou, Joaquín (Valencia 1891- Alpedrete [Madrid]1979)

Nació en Valencia el 3 de diciembre de 1891 en una familia con inquietudes científicas y liberales. Su infancia transcurrió en Teruel, donde fallecería su padre. Se trasladó luego a Zaragoza. Allí inició  el bachillerato que finalizó en Toledo.

Hizo la carrera de Ciencias Naturales en la Universidad Central, licenciándose en 1914, y colaborando por esa época en la puesta en marcha en 1913 de la sociedad de alpinismo Peñalara Su relación con la JAE se inicia mientras efectuaba sus estudios universitarios al solicitar una ayuda para estudiar en el trimestre del verano de 1914 en la estación de biología marítima de Santander tras haber estudiado a los espongiarios en el curso de Zoografía de animales inferiores que impartía en el Museo Nacional de Ciencias Naturales José Rioja Martín.

En 1916 obtuvo el título de Doctor con Premio Extraordinario por la Universidad de Madrid, transitando de la zoología a la geología y la geografía física, convirtiéndose en ayudante de Eduardo Hernández-Pacheco, en colaborador de Lucas Fernández Navarro, y en profesor de cursos prácticos de mineralogía y geología. En ese mismo año  el Museo  Nacional de Ciencias Naturales le publicará ese año sus primeros trabajos geológicos fruto de sus observaciones en tierras de Castilla la Nueva y de su adscripción al laboratorio de geología de esa institución. 

También en 1916 inicia su larga carrera docente que siempre simultaneará con una tenaz labor investigadora. A partir del 16 de mayo de ejerció de profesor auxiliar gratuito de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. En ese verano recorrió la sierra y los picos de Urbión en compañía de su colega Juan Carandell Pericay, excursión que suscitó interés en la prensa soriana[1]. Fruto de sus observaciones fue el trabajo que publicaron conjuntamente en 1918 sobre el glaciarismo cuaternario en los montes ibéricos.

El 8 de febrero de 1918 solicitó a la JAE una pensión de doce meses para trasladarse a la universidad norteamericana de Harvard pues quería mejorar los métodos de enseñanza de la geografía física siguiendo las orientaciones del profesor de esa universidad William Morris Davis, al que consideraba el mejor representante de la escuela norteamericana de geografía física  y geología. Meses después, desde Toledo el 11 de julio, retiró esa solicitud de pensión pues aspiraba a presentarse a una oposición de cátedra universitaria de convocatoria inminente. Previamente se había trasladado, asesorado por Eduardo Hernández-Pacheco, a Portugal para ampliar los datos geológicos obtenidos en los Montes de Toledo y en la provincia de Cáceres en los laboratorios de la Commisao do Serviço Geologico portugués. Allí se centró en el examen de las colecciones de petrografía y paleontología de esa comisión, dedicándose especialmente al estudio del silúrico portugués, consultó las principales obras de geología portuguesa que tenían más relación con la geología española y participó en diferentes excursiones con ingenieros que estaban al servicio de esa institución portuguesa. Estando en Lisboa solicitó el 2 de junio de 1918 que se le concediese la consideración de pensionado, petición que obtuvo en la sesión que celebró la JAE el 12 de noviembre de ese año.

En el curso 1918-1919 se reincorporó como profesor auxiliar gratuito a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza desde donde escribió a José Castillejo el 30 de noviembre de 1918 para comentarle que la redacción definitiva del trabajo sobre la geología en Portugal esperaba poder completarlo al verano siguiente, y solicitarle que hiciese gestiones para que el Museo Nacional de Ciencias Naturales enviase sus publicaciones a los laboratorios de geología, botánica y zoología de la universidad zaragozana, y no a la biblioteca provincial, donde eran menos consultados.

Fotografía de Joaquín Gómez de Llarena en fecha no determinada

Meses después se inició una nueva etapa vital en la trayectoria de Joaquín Gómez de Llarena, -la de profesor de enseñanza secundaria-, al ganar por oposición la cátedra de Historia Natural y Fisiología e Higiene del Instituto General y Técnico de Las Palmas de Gran Canaria. Se incorporó a su nuevo destino el 4 de mayo de 1920. Pero enseguida regresó a la Península Ibérica pues el 5 de agosto firmó junto a su compañero de aventuras geológicas Juan Carandell, que era también catedrático de Historia Natural, Fisiología e Higiene en el Instituto de Cabra, una instancia dirigida al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes solicitando ser agregados a la Estación sismológica de Toledo, dependiente de la Dirección general del Instituto Geográfico y Estadísitico donde podían contribuir con sus conocimientos al desarrollo de la sismología, cuyos métodos podían contribuir a dotar “de la precisión que los tiempos requieren al estudio del suelo hispano”. Adjuntaron a ese documento una detallada memoria en la que exponían su plan de trabajos sismo-tectónicos que podían efectuar bajo la dirección de la Estación sismológica oficial de Toledo. La instancia fue respaldada además por un detallado informe de Ignacio Bolívar, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, quien alabó la competencia y energía científica de ambos solicitantes en sus investigaciones geológicas de la península ibérica. Pero el Ministerio rechazaría la petición. Y ambos solicitantes regresaron a sus Institutos.

En el curso 1920-1921 Gómez de Llarena también se hizo cargo de la enseñanza de la asignatura de Agricultura por una real orden de 19 de diciembre de 1920 que amortizó esa cátedra en el Instituto de Las Palmas [2].

Su experiencia canaria, que se limitó a un bienio, concluyó cuando, en virtud de concurso previo de traslado, una real orden de 31 de julio de 1922 le asignó su cátedra en el instituto de Badajoz que permutó inmediatamente por la misma cátedra en el Instituto Jovellanos de Gijón de la que tomó posesión el 20 de septiembre de 1922.

Fachada del Instituto de Jovellanos de Gijón

En esta ciudad asturiana se desarrolló en los siguientes años su vocación de comunicador científico, complementaria de su labor docente, y su concienciación política, que siguió compaginando con su pasión por la investigación científica por la geomorfología de la gea española.

Así poco después de instalarse en Gijón promovió la creación de un grupo de excursionismo y fotografía del Ateneo obrero de esa ciudad que congregó en seguida a 80 socios.[3] A finales de 1925 impartió un ciclo de conferencias en ese Ateneo obrero, desarrollando en una de ellas el tema “Las piedras vistas por el microscopio”[4]. Años después, en 1930,  el lugar elegido para otra de sus conferencias fue el Ateneo popular de Oviedo donde disertó el 3 de abril sobre “Algunas ideas sobre el paisaje de España, ensayo de su clasificación litológica”[5]. Gómez de Llarena se integró pues en la vida local gijonesa y regional asturiana. En el Instituto, en el que fue director varios años –al menos desde 1924 a 1928- fue compañero de claustro de Gerardo Diego, catedrático de Lengua y literatura castellanas y de Historia de la literatura española, con quien trabó una estrecha amistad, según Suárez Vega, Perejón, y Roquero. En 1928 el cura del pueblo de Tazones le informaría de un extraordinario calamar gigante obtenido por los pescadores tripulantes de la lancha Joaquina, cuyo traslado al Museo Nacional de Ciencias Naturales organizó Gómez de Llarena [6]. Uno de los principales resultados de la labor docente llevada a cabo en la década de 1920 fue la publicación en 1930 de su Itinerario geológico de Gijón por el Musel y de Candás a Luanco.

Pero Gómez de Llarena perseveró en esos años de la década de 1920 en sus actividades investigadoras. Así el 23 de mayo de 1923 solicitó a través de la instancia correspondiente (ver aquí) una pensión a la JAE para trasladarse a Alemania entre septiembre de 1923 y agosto de 1924 con el fin de ampliar sus estudios relativos a tectónica y sismología en la Universidad de Jena con el profesor Sieberg y de geografía física y geología dinámica con el profesor Otto Quelle en Bonn. Dada la llegada al poder del Directorio Militar tras el golpe de estado del capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923 la concesión de becas por parte de la JAE se ralentizó y esa petición no fue atendida. No obstante Gómez de Llarena aprovechó el verano de 1923 para trasladarse a Jena a mejorar su conocimiento de la lengua alemana y a avivar sus contactos científicos, trabajando en los laboratorios del profesor Sieberg, especialista en Sismología geológica.

En una nueva instancia que hizo el 9 de mayo de 1924 solicitó a la JAE que la pensión le fuese concedida para ir a trabajar a Alemania y Suiza pues deseaba permanecer un semestre en Zurich con el profesor Alfred de Quervain, inventor de un aparato sismográfico que quería estudiar, preparándose así “para cuando se instale en Gijón una estación sismológica que probablemente el Instituto Geográfico de Madrid  ha de confiar en quien esto suscribe”. Tras pasar el verano de 1924 en la Suiza de habla alemana conoció al regresar a Gijón que en esa ocasión sí se le concedía la pensión a través de una real orden de 10 de septiembre. La disfrutó  desde octubre de 1924 a agosto de 1925 en Jena, Berlín y Leipzig, ofreciendo puntual información de los avances de sus investigaciones a Gonzalo Jiménez de la Espada y  Constancio Bernaldo de Quirós, integrantes del equipo de colaboradores del secretario de la JAE José Castillejo. Resumieron la labor llevada  cabo en Alemania por el pensionado Gómez de Llarena así:

“Durante el semestre de invierno (de noviembre a marzo) ha asistido a los cursos de la Universidad y a las conferencias de ampliación de los distintos seminarios de Jena; ha trabajado en la estación Sismológica Central de Alemania, en Jena, y en el Instituto Geológico de Turingia. Especialmente ha estudiado, bajo la dirección del profesor Sieberg, encargado de la Sección Macrosísmica de la referida Estación Sismológica, los métodos de observación macrosísmica de los terremotos. Ha hecho varias excursiones geológicas a distintas localidades de Alemania y Checoeslovaquia. Ha asistido a la labor académica de varios centros de enseñanza secundaria, sobre todo en la sección de Ciencias. Ha publicado como trabajo de investigación de la Estación Sismológica Central de Alemania un estudio sobre el terremoto alemán, de 6 de marzo de 1872, en la revista Zeitschrift der Deutschen Geophysikalischen Gesellschaft, titulado “Die Neue Isoseistenkarte des mitteldeuschen Erdbeben vom 6 März 1872[7]

Al igual que otro geólogo español Gabriel Martín Cardoso, también pensionado de la JAE, presente también en este diccionario on line JAEeduca, y con el que coincidió durante sus andanzas alemanas, Gómez de Llarena consiguió una pensión de la Fundación Humboldt y la consideración de pensionado por la JAE por real orden de 20 de julio de 1928 para ampliar sus conocimientos de geología y geografía en Alemania en el curso académico 1928-1929. Estuvo entonces en la Universidad de Frankfurt donde trabajó con los profesores Richter y Behrmann, entre otros [8]. Además entre junio y agosto de 1928 hizo una larga excursión por la Europa del N.O. recorriendo el detalle el litoral escandinavo y del norte de Gran Bretaña para estudiar la morfología de los fiordos noruegos y los glens escoceses. Completó esas observaciones con su recorrido por la costa bretona, entre Brest y Nantes, en mayo de 1929 cuando regresó de Alemania a España.

Reincorporado a Gijón se adhirió a la Real Sociedad Geográfica [9], participó en el Primer Congreso Pedagógico Asturiano y tras la caída de la dictadura de Primo de Rivero tomó la decisión de afiliarse al partido Acción Republicana creado por Manuel Azaña, de cuya agrupación gijonesa sería presidente. En virtud de ese cargo formaría parte del comité revolucionario que asumió los poderes locales en esa ciudad asturiana al proclamarse la Segunda República. Y el 17 de abril fue uno de los tres profesores del claustro del Instituto, junto al director José Ramón González-Regueral y el catedrático de Filosofía, que se dirigieron a los alumnos de ese centro docente para explicarles el alcance e importancia de la proclamación de la República[10]. En ese tiempo en el que inició su militancia en Acción Republicana tradujo dos libros para la importante Biblioteca de Iniciación Cultural de la editorial Labor –la Geografía de Suiza de H. Walser y Geomorfología de S. Passarge-, cuya sección de Geografía dirigía quien será compañero de militancia en el partido azañista el también catedrático de instituto Leonardo Martín Echeverría. 

 

 

 

Los años republicanos fueron de intensa actividad docente, investigadora y política para Joaquín Gómez de Llarena.

Intentó organizar en Gijón, a principios de 1932, un Museo de Historia Natural en el Instituto, complementario del Museo Minero que se había instalado en ese centro docente con apoyo de la Diputación[11]. En ese año tomó una decisión relevante. Renunció a ser vocal del tribunal de oposiciones a la cátedra de Geografía Física de la sección de ciencias geológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central [12] probablemente porque decidió competir en ella, enfrentándose entre otros con Francisco Hernández-Pacheco, hijo del poderoso catedrático Eduardo Hernández-Pacheco.

La oposición fue muy reñida: tras seis duros ejercicios el tribunal se tomó quince días para emitir su dictamen (Suárez Vega, Perejón,Roquero, 1980, 18).  Al año siguiente, en 1933, y tras la correspondiente oposición, y ser declarado excedente de su cátedra en Gijón, ocupó un puesto que había dejado vacante Francisco Hernández-Pacheco: la jefatura de la sección de Geografía Física del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Y a finales de 1933 sería adscrito a uno de los nuevos institutos creados en Madrid al aplicar el gobierno la sustitución de las Congregaciones religiosas en la enseñanza secundaria. Gómez de Llarena sería adscrito al Instituto Pérez Galdós como catedrático de Historia Natural [13].

Previamente obtuvo una nueva pensión de la JAE que solicitó en Madrid el 26 de mayo de 1933 para estudiar “Geomorfología comparada de las costas del Norte de España, de la Bretaña francesa y del sur de Inglaterra y de Holanda”. Ese problema lo venía estudiando desde que abandonó sus estudios sobre sismología y se orientó al estudio del problema de las rasas y terrazas litorales del norte de España, cuyos primeros resultados científicos había ofrecido en 1927 en las páginas del Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural en dos trabajos que hizo con José Royo Gómez, uno de los mejores geólogos de su grupo generacional, completados con las observaciones que hizo del litoral de la Europa occidental en sus viajes de 1928 y 1929 mencionados ya.

Entre los méritos que adujo al solicitar esta nueva ayuda cabe señalar que presumió de ser políglota pues adujo que conocía los principales idiomas europeos: francés, inglés, alemán, italiano, portugués y holandés.

La pensión de dos meses le fue concedida por órdenes ministeriales de 4 y 24 de julio de 1933. Al finalizar su estancia inglesa justificó la JAE los resultados alcanzados por Gómez de Llarena de esta manera, basándose en los informes que le transmitió el pensionado:

Ha realizado su trabajo con arreglo al tema que se proponía: estudio comparativo de las costas sur y oeste de Inglaterra y de las cantábricas de España y Francia. Este estudio es complemento del que el pensionado viene haciendo en España y del que hizo en los años 1928 y 1929 recorriendo las costas de la Bretaña francesa, Escocia, Jutlandia, Escania, isla de Gotland y Noruega. En todas estas regiones se han señalado en sus zonas costeras movimientos recientes de levantamiento y hundimiento que han dejado huellas patentes en las playas levantadas y en los valles y planicies costeras sumergidos. Existe una gran diversidad de opiniones respecto a la génesis de las rasas litorales, de Asturias sobre todo, en la costa española, a la edad atribuida a las playas levantadas y costas hundidas de los distintos países citados. De aquí que el pensionado se haya propuesto hacer un recorrido del litoral de los mismos para adquirir de visu datos que puedan servir para coordinar los resultados obtenidos. En la excursión de este verano ha visitado la costa inglesa desde Dover, por Folkestone, Newhaven, Brighton, Littlehampton, etc., hasta Falmouth, incluyendo la isla de Wight. Luego, comenzando en Weston-super-Mare (Somerset), ha recorrido la costa sur de Gales, por Cardiff, hasta el cabo de Worms, en la península de Gower. Por último, ha hecho una excursión en la región de los lagos ingleses desde Kendal a Cockermouth. Los puntos más interesantes para ver rasas y playas levantadas son: Brighton, Chichester, Bournemouth, Purbeck, Portland, Falmouth, en la costa Sur; Weston-super-Mare y la península de Gower, en la costa Oeste. Las zonas anegadas, de hundimiento reciente, de mayor interés son: Charmouth, Mevagissey, en la costa Sur, y Porlock, Ragwen, Gwbert, en la costa Oeste. Como resultado de las observaciones hechas se deduce la complejidad de los movimientos pliocenos y cuaternarios de las costas inglesas, no pudiéndose hasta ahora, como lo demuestran los trabajos de autores ingleses también, establecer una sincronización precisa de los diferentes movimientos positivos y negativos señalados. En general, sin embargo, parecen distinguirse dos niveles de playa levantada de poca altitud relativa especialmente hacia el interior de la comarca de Chichester, en donde se aprecian uno de 10 y otro de 30 metros de altitud sobre el nivel actual del mar. En la península de Gower hay una playa más baja, a 7-8 metros, con abundantes restos de patella y otros géneros de moluscos litorales; sobre este nivel aparece en la cueva de Minchin una brecha osífera, habiéndose determinado por los autores ingleses entre sus restos Elephas antiquus, Rhinoceros, Ursus, etc. Rasas de tipo asturiano se observan en la bahía de Three Cliffs y en el cabo de Worms, en la península de Gower. Esta región de Gower muestra bien el efecto, la acción niveladora de la erosión marina en gran parte de su litoral, que recuerda la zona costera en rocas semejantes (calizas y cuarcitas silúricas, devónicas y carboníferas) de Asturias. La morfología del interior de las regiones de Devon y Cornwall ha sido también objeto de atención por parte del pensionado; en alguna zona la semejanza con el paisaje paleozóico asturiano es grande; pero, en general, es menos abrupto que en aquellas regiones inglesas. El macizo montañoso en donde se han formado los lagos ingleses ofrece un buen ejemplo de lo que W. Penck llamaba penillanura de núcleo montañoso. Complemento de las observaciones morfológicas han sido las excursiones hechas por el terreno cretácico y las visitas a los Museos de Historia Natural y del Servicio Geológico, en Londres [14].

Durante el trienio que transcurrió entre 1933 y 1935 Gómez de Llarena se implicó activamente en el amplio programa de extensión cultural que intentaron impulsar los gobernantes republicanos divulgando sus conocimientos geológicos en diversos escenarios. Así fue uno de los participantes en el ciclo de divulgación científica que organizó a principios de 1933 la Academia Nacional de Farmacia acerca de “El Cosmos, la Tierra y el Hombre”. Su contribución versó sobre “Los tiempos cosmogónicos de la Tierra”[15]. Ese ciclo de conferencias logró tener una significativa audiencia porque esas conferencias serían radiadas semanas después por la emisora Unión Radio de Madrid, en un momento en el que la radio empezó a ser usada como instrumento educativo por los gobernantes republicanos[16].

Al año siguiente fue uno de los seis participantes en el interesante ciclo de conferencias sobre Ciencias Naturales, organizado entre abril y mayo de 1934 por la Comisión de Cultura de la Asociación Profesional de la Escuela Normal existente en el paseo de la Castellana de Madrid. Su intervención, apoyada en proyecciones tal y  como hicieron sus otros colegas, se produjo el 17 de mayo y versó sobre “Estructura y edad de la tierra”[17].

A principios de 1935 se animó a organizar en el Ateneo de Madrid un cursillo de Introducción a la Geomorfología de la España peninsular, auspiciado por su sección de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La primera conferencia de ese curso la impartió el viernes 22 de febrero de 1935 y versó sobre “Historia de las ideas geológicas y fisiográficas en general”[18].

La labor investigadora y educativa llevada a cabo en ese período la simultaneó con sus actividades como militante de Acción Republicana primero y de Izquierda Republicana después. Fue, por ejemplo, desde 1932 uno de los 22 integrantes del Consejo Nacional de Acción Republicana, donde coincidió con otros catedráticos de instituto como el ya mencionado Leonardo Martín Echeverría, y Joaquín Alvarez Pastor, también presente en este diccionario on line[19]. Esa militancia le impulsaría a presentarse a la Junta directiva del Ateneo de Madrid en el verano de Madrid como secretario segundo de la sección de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que presidiría su correligionario político José Giral [20]

Esa militancia la mantuvo en las primeras semanas de la guerra civil cuando fue elegido como vocal para formar parte de la nueva Junta de la Sociedad Geográfica Nacional que se constituyó en el verano de 1936 al incautarse el Frente Popular de dicha corporación por ser “un nido de monárquicos y fascistas”[21]. Pero al poco tiempo organizó su salida del Madrid sitiado con su hermana y sus sobrinos huérfanos. El 11 de septiembre de 1936 Ignacio Bolívar, como director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, le concedió permiso para trasladarse a Francia [22], pero el destino final de su viaje fue Alemania. En Berlín le acogió su maestro y amigo el profesor Hans Stille, colaborando con él en el Instituto de Geología de la Universidad de la capital alemana. Posteriormente se ganó la vida como profesor de lengua española en las Universidades de Frankfurt (1937-1940) y en la de Leipzig (1940-1942).

En 1940 se casó con la médica Magdalena Reinmann, a quien conoció en Alemania. Dominadora del francés y del alemán, que eran sus lenguas materna y paterna, sería hasta el fallecimiento de su esposo en 1979 [23] una gran colaboradora en sus investigaciones y traducciones.

Al regresar a España los responsables educativos del nuevo régimen franquista le trasladaron en 1942 al Instituto de Enseñanza Media "Peñaflorida" de San Sebastián, donde permaneció hasta 1957 en el que regresó a Madrid para ocupar la cátedra del Instituto del Cardenal Cisneros. La huella de su labor docente e investigadora en ese instituto guipuzcoano fue profunda como quedó de manifiesto en el acto académico que se organizó en su honor en 1998 en la capital guipuzcoana.

En los quince años de residencia donostiarra efectuó importantes contribuciones al estudio al conocimiento geológico de las tierras vasco-navarras y pirenaicas. Abrió por ejemplo una pionera línea de investigación sobre el flysh cretácico-numulítico de Guipúzcoa, acerca del cual realizó dos importantes monografías entre 1954 y 1956, centrando su atención en los cortes llaves del Monte Igueldo y de los acantilados de Zumaya que empezó a difundir como un gran museo geológico al aire libre. Pero también se interesó por la historia geológica de la ría de Pasajes (1950), la fisiografía del litoral guipuzcoano (1960) y plataforma de abrasión marina de Guipúzcoa (1969). Asimismo colaboró con el Instituto Español de Oceanografía a través de la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa publicando trabajos sobre la exploración oceanográfica en Africa occidental (1950) y las muestras de sedimentos marinos recogidos por el buque Xauen (1955). Relacionadas con sus actividades docentes y divulgativas cabe destacar sus traducciones de obras geológicas relevantes publicadas principalmente por Labor; sus esfuerzos desde para crear y sostener desde 1945 un museo regional de historia natural; su papel en la fundación de la sección de Geología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en 1947 y en la puesta en marcha de su órgano de expresión la revista Munibe. Ejerció asimismo durante un tiempo de director del Museo Municipal de Ciencias Naturales de San Sebastián-Donostia, incorporado al Museo de San Telmo y organizó cursos de verano sobre Geología en los años 1950 y 1951.

Esos trabajos y actividades consolidaron su prestigio internacional como geólogo como lo revela, por ejemplo, los elogios prodigados a su labor por el catedrático de la Universidad de Bruselas  Marcelo Denaeyer, o el nombramiento el 19 de mayo de 1953 de Officer d’Académie de France.

En su última etapa vital, discurrida en Madrid desde 1957, prosiguió su dilatada carrera investigadora. Se jubiló en 1961 siendo catedrático del Instituto del Cardenal Cisneros e Inspector numerario de Enseñanza Media. En 1965 y 1966 obtuvo sendas becas de la Fundación Juan March para realizar estudios en Austria y Francia, respectivamente. Entre 1966 y 1974 colaboró intensamente con la Empresa Nacional de Optica, S.A. preparando, organizando y desarrollando las colecciones geológicas que esa empresa l distribuyó entre numeroso Institutos y Colegios de enseñanza media (Suárez Vega et al., 1980, p. 19). Hasta el final de su vida colaboró con diversas instituciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas como su Instituto de Geología Económica.  

Entre sus títulos y condecoraciones cabe enumerar los siguientes: Primer Caballero de la Orden del Mérito Civil (Real Decreto del 17-VII-1929); Corresponsal de Honor de la Geographische Gesellschaft für Erdkunde zu Berlin (mayo 1933); Corresponsal de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (30-IX-1948); Officier d’Académie de France (Decreto del Ministerio de Educación de Francia del 19-V-1953); Comendador de la Orden de Alfonso X El Sabio (18-VII-1961); Presidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural (1962).

 

Fuentes

Archivo de la JAE en la Residencia de Estudiantes.- Expediente JAE 69-566

Memorias de la JAE. Memoria de la JAE 1924-1926 (Madrid 1927) pp.49-50; Memoria JAE 1933-1934, (Madrid 1935), pp.74-76

Obras [24]

Selección de su producción

Bosquejo geográfico-geológico de los Montes de Toledo, Madrid, Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas,  Trabajos Museo Nacional Ciencias Naturales, serie geológica, núm. 15, 74 p., 9 figs.  8 láms, 1 mapa topográfico, 1 mapa geológico,, 1916 a

Datos topológicos del cuaternario de Castilla la Nueva, Madrid, Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, serie geológica, núm. 18, 26 p., VI h. de lám. En colaboración con Lucas Fernández Navarro. 1916 b

El glaciarismo cuaternario en los  Montes Ibéricos, Madrid, Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas. Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, serie geológica, núm. 22, 62 p., 17 láms., 1 mapa plegado escala 1:200.000. En colaboración con Juan Carandell.

Guía geológica de los alrededores de Toledo. Apéndice petrográfico por José Royo Gómez y Félix Pérez de Pedro; prólogo por Eduardo Hernández-Pacheco, Madrid, Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, serie Geología, núm. 31, 59 p., 7 figs. 11 láms. 1923

«Die neue Isoseistenkarte des mitteldeutschen Erdebens von 6. März 1872 », Reichsanstalt für Erdebenforschung, März 1925, pp. 182-186, 1 fig., Jena.

”Hallazgo de restos fósiles de un mamífero terciario en Oviedo”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 1926, tomo 26, p. 399-406, 3 figs., Madrid (en colaboración con José Ramón González Regueral).

“Las terrazas y rasas litorales de Asturias y Santander”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 1927, tomo 27, pp. 19-38, 15 figs., Madrid (en colaboración con José Royo Gómez).

“Adiciones a su nota sobre sobre las terrazas y rasas litorales de Asturias y Santander”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 1927, tomo 27, p. 115, Madrid (en colaboración con José Royo Gómez).

“La estructura de la Tierra”, Conferencias y Reseñas Científicas. Real Sociedad Española de Historia Natural, tomo 2, 1927, pp. 31-54, 8 figs., Madrid.

“Esquema de la cuenca terciaria de Oviedo”, Revista Industrial Minera Asturiana, nº 319-320, 1928, Oviedo.

“Nota sobre las sesiones de la Geologische Vereinigung”, Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, tomo 29, 1929, pp. 66-67, Madrid.

“Un Instituto de Geología y Paleontología marinas en Wilhelmshaven”, Conferencias y Reseñas Científicas. Real Sociedad Española de Historia Natural, 1930, tomo 5,  pp. 81-84, 5 figs., Madrid.

“Empleo de los Rayos X y de la luz ultravioleta en Paleontología”,  Conferencias y Reseñas Científicas. Real Sociedad Española de Historia Natural, 1930, tomo 5,  pp. 85-89, Madrid.

Itinerario geológico de Gijón, por el Musel y Candás, a Luanco, Primer Congreso Pedagógico Asturiano, 32 págs., 4 figs., 1 cuad., 1930, Editorial Ayuntamiento de Gijón, Imprenta Minerva.

“Datos de Historia Natural de Asturias”, Reseñas Científicas. Sociedad Española de Historia Natural, tomo 8, p. 156-158, 1 fig., Madrid.

“Observaciones sobre la geología y fisiografía de los alrededores de Hellín”, Boletín Sociedad Española de Historia Natural, 1934, tomo 34, pp. 213-231, 5 figs., 12 láms., Madrid.

“Algunos datos sobre el glaciar actual del Monte Perdido (Pirineos), Boletín Sociedad Española Historia Natural, 1936, tomo 36, pp. 327-343, 3 figs., 4 láms., Madrid.

“Meteor-Fälle auf der Pyrenäen-Halbiensel”, Natur und Volk, 1938, Band 68, H.1, pp. 8-15, 5 figs., Frankfurt am Main,

“Neuere physiogeographische Forschungen in Spanien”, Sitzungsberichte der Zusammenkunft Europäischer Geographen, Würzburg, 1942, pp. 525-536

“La Geografía en el Museo Nacional de Ciencias Naturales”, Estudios Geográficos, 1944, año 5, nº 16, pp. 638-650, 10 fotos, Madrid, CSIC.

“La creación del Museo Regional de Historia Natural”, Boletín Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, 1945, año 1, 3er trimestre, pp. 1-12, 6 figs., San Sebastián.

“Revisión de algunos datos paleontológicos del flysch cretácico y numulítico de Guipúzcoa”, Noticias y comunicaciones del Instituto Geológico Minero Español, 1946, nº 15, pp. 109-165, 5 figs., 8 láms., Madrid.

“Hugo Obermaier (1877-1946)”, Estudios Geográficos, 1946, año 7, nº 25, pp. 735-743, Madrid, CSIC..

“La geocronología de la época glaciar en Suecia”, Estudios Geográficos, 1947, año 8, nº 26, pp. 201-216, 11 figs., Madrid, CSIC.

“Datos para el estudio geológico de la Babia Baja (León), Boletín del Instituto Geológico Minero Español, tomo 61, pp. 79-206, 12 cortes, 12 láminas, 1 mapa geológico 1:100.000, Madrid. En colaboración con Celso Rodríguez-Arango.

“El Mapa Geológico de España a escala 1/50:000”, Estudios Geográficos, 1948, año 9, nº 30, pp. 131-137, Madrid, CSIC.

“¿Huellas del glaciarismo cuaternario en la sierra de Aralar (Guipúzoca-Navarra)?”, Boletín Real Sociedad Española de Historia Natural, 1948, tomo 46, pp. 267-262, 2 láms., Madrid.

“Estudio geológico de la caverna Troskaeta-ko-kobea (Ataun-Guipuzcoa), Munibe, 1949, año I, nº 4, pp. 153-179, 5 figs., 1 plano geomorfológico, San Sebastián (en colaboración con Noel Llopis).

“Datos paleoicnológicos”, Noticias y comunicaciones Instituto Geológico Minero Español, 1949, nº 19, pp.113-127, 8 figs,Madrid-

“Vicente Inglada Ors (1879-1949)”, Boletín Real Sociedad Española Historia Natural, 1949, tomo 47, pp. 555-561, Madrid.

“Exploración oceanográfica del Africa occidental. Observaciones sobre los sedimentos recogidos entre los cabos Juby y Bojador”, Boletín Instituto Español Oceanografía, 1950, nº 29, 23 pp., 8 láms., Madrid.

“Datos para la historia geológica de la ría de Pasajes”, Estudios Geográficos, 1950, año 11, nº 40, pp. 501-513, 7 figs., Madrid.

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Leoncio López-Ocón Cabrera

 

 




[1] El avisador numantino, revista semanal, 2 agosto 1916, p. 2

[2] El Debate 20 diciembre 1920 p. 5 y La Gaceta de Tenerife 1 enero 1921 p. 3

[3] Madrid-Sport 19 julio 1923 p. 14

[4] La Voz de Asturias 29 noviembre 1925 p. 1; 6 diciembre 1925 p.4

[5] La Voz de Asturias 3 abril 1930 p. 8

[6] ABC 17 junio 1928 p. 23

[7] Memoria de la JAE 1924-1926 (Madrid 1927) pp.49-50.

[8] Memoria de la JAE 1928-1930 (Madrid 1931) p.106.

[9] Boletín de la Real Sociedad Geográfica, octubre 1929 p. 151

[10] Heraldo de Madrid 9 abril 1931 p. 10; Región 15 abril 1931 p. 6; La Voz de Asturias 18 abril 1931 p.5

[11] Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo 3 marzo 1932 p. 3

[12] El Magisterio Español 22 septiembre 1932 p. 5

[13] La Libertad 17 octubre 1933 p. 5; La Libertad 11 noviembre 1933 p. 2.

[14] Memoria JAE 1933-1934, (Madrid 1935), pp.74-76

[15] La Libertad 24 enero 1933 p. 11; La Libertad 26 enero 1933 p. 4

[16] Diversos diarios se hicieron eco de la emisión radiiofónica de la conferencia de Gómez de Llanera. Ver, por ejemplo, La Libertad 2 junio 1933 p.11; La mañana, diario republicano de Zamora, p. 5; Región, Oviedo 2 junio 1933 p.2; El Notciiero gaditano: diario de información y de intervención política 2 junio 1933 p. 4

[17] El Sol 18 abril 1934 p. 4.

[18] La Libertad 19 febrero 1935 p. 2.

[19] El Noticiero gaditano: diario de información y de intervención política 10 octubre 1932 p. 1.; La Voz de Asturias 8 enero 1933.

[20] La Libertad 21 junio 1935 p. 6

[21] ABC 1 agosto 1936.

[22] Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales. CN0279/017

[23] En el archivo del científico catalán Miquel Crusafont Peiró se conserva una carta de ella, fechada en Collado Villalba (Madrid) el 30 de julio de 1979 comunicándole el fallecimiento de su esposo que había tenido lugar en Alpedrete (Madrid) el 29 de junio de ese año. AMC 014a/CP/3807.

[24] Basada en la importante selección efectuada por Suárez Vega, Perejón y Roquero de Laburu (1980): 27-33.

 

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